Foto del grupo 4º A.
LA PROFESIÓN MÁS COMPLETA DEL MUNDO.
Ser maestro, profesor, enseñante, educador o como lo
queramos llamar, es una ocupación que está abierta a todas las posibilidades de
intervención, desde las más clásicas a
las más arriesgadas. Dentro del aula
puedes hacer lo que quieras, siempre desde el respeto a los educandos
y como servicio efectivo y coherente a
la sociedad. Todo maestro tiene sus métodos, técnicas, destrezas para llegar a
la mente de los alumnos, algo que se adquiere con la formación y los años de experiencia. Cada día se abre el
telón y cualquier explicación para que los
niños comprendan algo, tiene siempre la carga de tus experiencias y de los
conocimientos que existen. Hoy las profesiones están todas en internet… cómo
montar un grifo, cómo colocar el aire acondicionado, cómo cambiar las
persianas… incluidas las instrucciones para enseñar a restar con llevadas, o a
saber distinguir el sujeto del predicado. Para las primeras te puede bastar con
el tutorial de you-tube, pero para la enseñanza, te hace falta aprenderte bien
el tutorial (las guías de toda la vida) y
además paciencia, un poco de talento educativo y mucha práctica.
Como decía, cada día el escenario se abre y comienza el
espectáculo. Si la inspiración te acompaña, puede que llegues muchas veces a
los corazones de tus pupilos, que es lo que realmente les va a quedar, aparte
de las calificaciones impresas en el boletín. Hay tanto, proyectos a lo grande,
como pequeñas intervenciones que
llenarían incluso los teatros de la Gran Vía, pero quedan ahí entre las
cuatro paredes del aula sin
necesidad de pedir luz y taquígrafos
cada vez que actuamos. Cuando crecemos y hacemos las reuniones de los grupos de
amigos de infancia y juventud, siempre sale a relucir la promoción escolar,
salen frases que el maestro dijo (que el profe seguro que no recuerda ni haberlas dicho);
viajes, anécdotas "famosísimas", a las que no le dio importancia; actividades
que llamaron la atención y él las consideró rutinarias, casos de situaciones
que se nos graban en la memoria a largo plazo y
todo se queda, incluidos los conocimientos, a pesar de que la intención fue otra.
Siendo siempre fiel a las enseñanzas que marca el
currículo, es inevitable colocar la
impronta de tu ser y tu realidad cotidiana dentro de los saberes escolares. Siempre queda la duda de que puedes haber sido mejor,
pero es lo que hay… Sacar ideas para la práctica cotidiana en la sociedad, las bromas, las anécdotas con
los niños, los proyectos especiales, y muchas
cosas más… porque cada uno tiene una forma de ser
natural y ello aflora, a no ser que seas duro y cerrado como una roca. Los
niños son esponjas y tenemos que ser capaces de que puedan de absorber lo
mejor de nosotros mismos, aparte de los conocimientos oficiales.
La escuela, es un trabajo que te absorbe la cabeza, si
tienes alguna preocupación a las 9 de la mañana… a las dos, ya la has olvidado
o la ves de otra manera. Y pasan los días, envuelto entre los chiquillos. Que
si este se ha colado, el otro que no me deja jugar, los padres, que vienen a
defender a su hijo a sabiendas de que no es una joya… La rutina de las clases, la corrección de la tarea diaria, los exámenes, los llantos...
las fiestas de cumpleaños... etc.
En la práctica docente, hay que estar al día, respetando la programación y utilizando los medios informáticos en los que
estamos todos inmersos. Es cierto que con la técnica del juego se aprenden muchas cosas, pero cuidado con las tecnologías de la información y de la comunicación, que nos lo dan todo preparado y no se practica la escritura ni la ortografía. Ahora viene la desescalada de lo tecnológico y los
consejos para la reducción de tiempo delante de pantallas. Alguien se ha dado cuenta. Hay que meter la vida cotidiana
a los niños en la escuela y en
los conocimientos, lo que hoy llaman el Conecta con la Realidad. Y otra cosa que se está olvidando es la promoción del esfuerzo diario y la constancia, que hacen que se alcancen los objetivos.
“Creer” que tienes de tu lado, a las familias de los niños, es bueno, salvo excepciones. Y a los niños también, a los que se aprecia como si fueran de tu familia. Algunos se quejan de las tareas, a otros les parece bien que se
practique el ejercicio diario, que en definitiva les prepara para tener hábitos de estudio que les servirán después. Hay opiniones para todos los gustos. Hay que hacer lo que es mejor para la
enseñanza y aprendizaje de los niños. Nos podemos equivocar y a la vez aprender del error. Hoy, la
educación escolar está cambiando.
Hay variedad de casos que atender en un mismo aula, entre los TDAH y los TEA, los alumnos con sobredotación, las dislexias, las distintas clases y niveles de inteligencia que trae cada uno, la vulnerabilidad, niños de varias procedencias y orígenes culturales, el acoso escolar... lo que se traduce en distintas prioridades para atender y en una necesidad de colaboración entre profesionales, que en el fondo dan respuesta a una demanda social muy
variopinta con las dificultades que conlleva.
Y por último quiero decir que es crucial tener buenos compañeros. Ocurre igual con los amigos, que al contarlos, con una mano, te sobran dedos. El trato
cordial con todos y todas y el
compañerismo es lo que debe reinar en un colegio. Es necesario un buen ambiente de trabajo, buenos profesionales en general y un
equipo directivo que dinamice muy bien
todo el engranaje. El cien
por cien de éxito es difícil o imposible en
cualquier parte del mundo.
Me
llevo el corazón repleto de experiencias, y la escuela, a pesar de que la llevaba oculta en mis
vocaciones, ha sido gran parte de mi
vida y la ha llenado casi por completo. Así que, otros ocuparán mi lugar y me
harán bueno, o peor de lo que creía ser, para esta profesión tan difícil y tan
poco valorada. La escuela no depende solo de un maestro tutor o una maestra, ninguno somos imprescindibles. Hay variedad de asignaturas y de funciones asignadas a todos los miembros de la Comunidad Educativa y entre todos se intenta formar, de la manera mas integral posible, a los educandos.
Pero los que tienen que soportarte realmente son los miembros de la familia, primero, cuando estás formándote en la casa primitiva, los
abuelos, los padres y hermanos, porque
quieren lo mejor para ti y desean que tu futuro sea mejor que el que ellos han
tenido, y luego, el núcleo familiar
propio, la familia más cercana, que en mi caso es pequeña, pero buena. Mi pareja y mi hija son las que han aguantado el peso
de todas mis dudas, incongruencias y manías. Gracias a ellas he rectificado
muchas cosas que llevaba en la mente y que de llevarlas a cabo, habrían sido un
fracaso. El apoyo constante y diario, me han hecho la tarea más fácil. Un abrazo a todos.
Sebastián Tolosa Cernicharo, 18 de septiembre de 2025.
La escuela, es un trabajo que te absorbe la cabeza, si tienes alguna preocupación a las 9 de la mañana… a las dos, ya la has olvidado o la ves de otra manera. Y pasan los días, envuelto entre los chiquillos. Que si este se ha colado, el otro que no me deja jugar, los padres, que vienen a defender a su hijo a sabiendas de que no es una joya… La rutina de las clases, la corrección de la tarea diaria, los exámenes, los llantos... las fiestas de cumpleaños... etc.
En la práctica docente, hay que estar al día, respetando la programación y utilizando los medios informáticos en los que estamos todos inmersos. Es cierto que con la técnica del juego se aprenden muchas cosas, pero cuidado con las tecnologías de la información y de la comunicación, que nos lo dan todo preparado y no se practica la escritura ni la ortografía. Ahora viene la desescalada de lo tecnológico y los consejos para la reducción de tiempo delante de pantallas. Alguien se ha dado cuenta. Hay que meter la vida cotidiana a los niños en la escuela y en los conocimientos, lo que hoy llaman el Conecta con la Realidad. Y otra cosa que se está olvidando es la promoción del esfuerzo diario y la constancia, que hacen que se alcancen los objetivos.
“Creer” que tienes de tu lado, a las familias de los niños, es bueno, salvo excepciones. Y a los niños también, a los que se aprecia como si fueran de tu familia. Algunos se quejan de las tareas, a otros les parece bien que se practique el ejercicio diario, que en definitiva les prepara para tener hábitos de estudio que les servirán después. Hay opiniones para todos los gustos. Hay que hacer lo que es mejor para la enseñanza y aprendizaje de los niños. Nos podemos equivocar y a la vez aprender del error. Hoy, la educación escolar está cambiando. Hay variedad de casos que atender en un mismo aula, entre los TDAH y los TEA, los alumnos con sobredotación, las dislexias, las distintas clases y niveles de inteligencia que trae cada uno, la vulnerabilidad, niños de varias procedencias y orígenes culturales, el acoso escolar... lo que se traduce en distintas prioridades para atender y en una necesidad de colaboración entre profesionales, que en el fondo dan respuesta a una demanda social muy variopinta con las dificultades que conlleva.
Y por último quiero decir que es crucial tener buenos compañeros. Ocurre igual con los amigos, que al contarlos, con una mano, te sobran dedos. El trato cordial con todos y todas y el compañerismo es lo que debe reinar en un colegio. Es necesario un buen ambiente de trabajo, buenos profesionales en general y un equipo directivo que dinamice muy bien todo el engranaje. El cien por cien de éxito es difícil o imposible en cualquier parte del mundo.
Me llevo el corazón repleto de experiencias, y la escuela, a pesar de que la llevaba oculta en mis vocaciones, ha sido gran parte de mi vida y la ha llenado casi por completo. Así que, otros ocuparán mi lugar y me harán bueno, o peor de lo que creía ser, para esta profesión tan difícil y tan poco valorada. La escuela no depende solo de un maestro tutor o una maestra, ninguno somos imprescindibles. Hay variedad de asignaturas y de funciones asignadas a todos los miembros de la Comunidad Educativa y entre todos se intenta formar, de la manera mas integral posible, a los educandos.
Pero los que tienen que soportarte realmente son los miembros de la familia, primero, cuando estás formándote en la casa primitiva, los abuelos, los padres y hermanos, porque quieren lo mejor para ti y desean que tu futuro sea mejor que el que ellos han tenido, y luego, el núcleo familiar propio, la familia más cercana, que en mi caso es pequeña, pero buena. Mi pareja y mi hija son las que han aguantado el peso de todas mis dudas, incongruencias y manías. Gracias a ellas he rectificado muchas cosas que llevaba en la mente y que de llevarlas a cabo, habrían sido un fracaso. El apoyo constante y diario, me han hecho la tarea más fácil. Un abrazo a todos.
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