Estamos ya esperando el ruido de las excavadoras, el trasiego de albañiles, polvo, sudor y máquinas, todo ello propio de una obra de gran envergadura como es el próximo Colegio San Agustín. Hoy se ha colocado simbólicamente la primera piedra. Han acudido las autoridades principales de la Comunidad de Castilla la Mancha, entre ellos su presidente, otras de ámbito provincial como el Delegado de Educación, incluso a nivel local como la Alcaldesa de Casas Ibáñez, Guardia Civil y público en general. Se trata de enterrar una urna con el periódico del día, unas monedas en euros de curso legal, y otros documentos y objetos, entre ellos dibujos de los propios alumnos. El día de mañana, después de más de cien años, cuando el colegio sea una ruina o esté en demolición, se podrá rescatar lo que se entierra hoy con la curiosidad que ello conllevará a los que lo hagan y sean espectadores de ello. Pero antes tenemos que utilizarlo convenientemente para que las generaciones actuales y venideras aprendan a ser personas integrales, adquieran conocimientos académicos y practiquen la buena convivencia.
